El juez impone una orden de alejamiento contra el presunto agresor, que se alojaba con la víctima en el inmueble, okupado por el colectivo neonazi el pasado mes de noviembre.
La denunciante de 51 años, de nombre Eva, ha denunciado haber sufrido el pasado viernes una violación y maltratos por parte de uno de los ocupantes de Cristino Martos 4, el edificio ocupado desde hace ocho meses por la organización neonazi Hogar Social Madrid.
El hombre fue detenido y puesto a disposición judicial. El juez posteriormente le puso en libertad pese a la petición de la Fiscalía y de la acusación particular que pidieron que siguiera ingresado en prisión.
El Juez ha decretado una orden de alejamiento de la víctima y la prohibición de comunicarse con ella, debido al «riesgo medio ante la existencia de una situación objetiva de peligro», segun publica el diario ‘El Mundo’.
El presunto violador convivía con ella en el edificio ocupado por los neonazis, donde ambos comenzaron hace días una relación afectiva.
Él la persiguió desde el primer momento aunque ella le rechazara, según su testimonio. Pero la «soledad» hizo que «se enrollaran alguna vez».
Entonces, y siempre según el relato de la denunciante, su personalidad era «celosa y posesiva» y comenzó a hacer insostenible que mantuvieran los lazos afectivos ya que U. J. la insultaba con frecuencia, «zorra, yonqui».
Después de una discusión y de que Eva se fuera a dormir, U.J. acudió a su cama, bajó sus pantalones y penetró vagin*lmente a la agredida sin que ella lo consintiera.
El denunciado asegura que sí que tenía consentimiento.
Eva había recalado en junio en Cristino Martos debido a que se encontraba en la calle, esperando plaza en un albergue municipal para remontar la situación de exclusión que vive desde diciembre del año pasado.
Los neonazis están pendientes de juicio para ser expulsados de este edificio propiedad del Ministerio de Trabajo, que el pasado mes de noviembre volvió a denunciar la ocupación.