La líder de Vox en Elche, Amparo Cerdá, denunció en comisaría una supuesta agresión por parte de su exmarido, pero ha lamentado que la policía activara el protocolo contra la violencia de género contra su voluntad.
El pasado 3 de mayo la líder de Vox en La ciudad alicantina de Elche presentó una denuncia por agresión contra su exmarido, y se negó que se trataba de un caso de violencia de género porque que era la primera vez que le agredía.
Según sus propias declaraciones se personó en la comisaría de la Policía Nacional de Elche, pero que lo hizo con la intención de poner una denuncia por agresión contra su exmarido por un hecho puntual, y trató de evitar que se actuara como en un caso de violencia de género puesto que no se considera víctima de ese tipo
«Me considero una víctima de una agresión física, y no una víctima de violencia de género, aunque la ley me defina como víctima de violencia de género».
«A pesar de mi insistencia en que se trataba de una agresión física puntual, no podemos ir en contra de las leyes que nos derivan a violencia de género».
«Reivindico a la presunción de inocencia del hombre, ya que la mujer se convierte en víctima nada más comenzar a hablar, y la manipulación que se realiza de la situación que se convierte en lo que la ley dictamina de antemano, independiente de los hechos y la situación, convirtiendo sistemáticamente en víctima a la mujer y en agresor al hombre».
Sin embargo el diario ‘El Mundo’, que ha tenido acceso a la denuncia, afirma que «en ningún caso recoge esa insistencia y al contrario, cuando el policía le informa de que puede acogerse a las medidas cautelares especiales de ley de violencia de género y solicitar una orden de alejamiento contra su marido, la denunciante (Amparo Cerdá) dice que sí desea solicitar esa orden.
«Posteriormente el juez la denegó», recalca el diario.
Según la denuncia la líder de Vox declaró que había sufrido violencia psicológica en muchas ocasiones, pero física solo ese día, y relató como su ex marido la controlaba vía telefónica