El incidente ocurrió el 6 de Febrero de 2014, cuando 200 inmigrantes intentaron llegar nadando a Ceuta desde Marruecos.
15 personas fallecieron ahogadas tras la activación del protocolo de seguridad de la Guardia Civil, que lanzó pelotas de goma y botes de humo al agua.
Los 23 que pisaron suelo fueron devueltos a Marruecos.
La jueza María de la Luz Lozano Gago procesó a 16 Guardia Civiles que actuaron en la operación: «Los agentes de la Guardia Civil investigados utilizaban material de dispersión para disuadirlos, disparando en consecuencia bolas de goma y botes de humo al mar en que nadaban, en defensa de las fronteras españolas».
«Dicha actuación pudo contribuir, co-causalmente, a título de imprudencia, a la muerte por ahogamiento».
«La posible falta de proporcionalidad de la actuación desplegada por los investigados, los cuales, indiciariamente asimismo, omitieron socorrer a las personas que se hallaban nadando en el mar con riesgo vital».
«Es cierto la protección de la frontera se activa frente a intentos de entrada ilegal pero ello no puede dar pábulo a sobreentender, ni remotamente, que las fronteras o espacios entre las mismas son zonas de excepción en relación a los derechos humanos».
Ahora la abogacía del estado ha recurrido el procesamiento de los agentes, a los que exime de responsabilidad por una cuestión geográfica.
El escrito de la abogacía del estado: «Se ha acreditado con las pruebas incorporadas a las presentes actuaciones que no se produjo ningún fallecimiento en el lado español del mar, los 23 inmigrantes que accedieron a la playa ceutí del Tarajal, bien por sus propios medios, bien auxiliados por los servicios marítimos, lo hicieron en perfecto estado de salud, y por ese motivo pudieron ser rechazados en frontera de manera inmediata; los buzos que peinaron la zona el día de los hechos y el día siguiente confirmaron que no se había producido ningún fallecimiento en el lado español».
«Se ha acreditado con las pruebas incorporadas a las presentes actuaciones que no se produjo ningún fallecimiento en el lado español del mar, los 23 inmigrantes que accedieron a la playa ceutí del Tarajal, bien por sus propios medios, bien auxiliados por los servicios marítimos, lo hicieron en perfecto estado de salud, y por ese motivo pudieron ser rechazados en frontera de manera inmediata».
«Los buzos que peinaron la zona el día de los hechos y el día siguiente confirmaron que no se había producido ningún fallecimiento en el lado español».
«No se ha producido, y por tanto no consta, ninguna resolución posterior, casi seis años después del inicio de las actuaciones, que permita converger la existencia de presuntos hechos punibles o relevantes desde un punto de vista penal y la identidad de los presuntos responsables».
«Estas diligencias se han convertido, en una suerte de investigación genérica de hechos, que no revisten trascendencia penal, como veremos posteriormente, o que al menos, son de imposible atribución a ninguna de las personas que se encuentran imputadas, y cuyo objeto parece que se ha centrado en demostrar la corrección de actuación de los agentes de la guardia civil, en definitiva, su propia inocencia, desconociendo los pilares básicos de un Estado de Derecho»