El Ejecutivo de Francia dirigido por Macron ha suavizado su proyecto de reforma de las pensiones, debido a la presión social de los ciudadanos Franceses.
El gobierno francés ha cedido en el polémico punto de situar la edad de referencia de la jubilación a los 64 años, el punto que le exigían los sindicatos más dialogantes para entablar negociaciones.
Édouard Philippe, el primer ministro, ha enviado una carta a los interlocutores sociales en la que, comunicando la paralización pero avisa de que sindicatos y patronal deberán ponerse de acuerdo para encontrar una fórmula de financiación del nuevo sistema de jubilación, sin bajar las pensiones ni incrementar las cotizaciones patronales.
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«Para demostrar confianza en los agentes sociales y no prejuzgar el resultado de los trabajos sobre las medidas a adoptar para lograr el equilibrio en el 2027, estoy dispuesto a retirar del proyecto de ley la medida que había propuesto consistente en converger progresivamente a partir del 2022 hacia una edad de equilibrio de 64 años en 2027″.
«El Gobierno afrontará sus responsabilidades. Será necesario situar una edad de referencia de jubilación.
«Deben quedar abiertas las negociaciones sobre otros puntos de la reforma, como la peligrosidad de ciertos oficios, el empleo de los senior y la gestión del final de carrera de los funcionarios».
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El sindicato reformista CFDT, que exigió retirar la edad de referencia de 64 años, lo ha considerado un paso positivo.
Por su parte el sindicato CGT ha asegurado que ese gesto del Gobierno no es suficiente y ha vuelto a pedir la retirada total de la reforma.