La elección ayer del liberal Thomas Kemmerich como primer ministro del estado federado de Turingia se llevó a cabo por los votos del partido de Angela Merkel la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y el partido de extrema derecha Altenativa para alemnai (AfD).
Angel Merke criticó con dureza la alianza y tras sus declaraciones Kemmerich (CDU) anunció su dimisión y que pedirá la disolución del parlamento.
Merkel: «Lo ocurrido ayer fue un procedimiento excepcional que ha roto con la profunda convicción tanto suya como de su partido de que no se deben ganar mayorías con el apoyo de la AfD».
«En la constelación en la que se votó ayer en la tercera vuelta el desenlace era previsible, lo cual convierte el procedimiento en imperdonable y por ello el resultado debe ser revertido.
«Mi partido no debe participar en un gobierno bajo el primer ministro electo», el liberal Kemmerich.
«Fue un mal día para la democracia, fue un día que rompió con los valores y convicciones de la CDU y ahora debe hacerse todo lo posible para dejar claro que esto en ningún modo puede ser conciliable con lo que piensa y hace la CDU. En esto habrá que trabajar en los próximos días».
La actual líder del CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, manifestó que en Turingia se votó en contra de las exigencias y desobedeciendo las demandas del partido.
El próximo sábado la coalición de conservadores del CDU y los socialdemócratas celebrarán una reunión de crisis para abordar las consecuencias de lo ocurrido en Turingia.
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