¿Qué? ¿Cómo? ¿¡Que el asesinato de Calvo Sotelo precipitó la guerra civil española!? ¿¡Que la guerra civil la empezó la izquierda en 1934 con la revolución minera de asturias!? ¿¡Que había una revolución comunista en marcha en España en los años 30!? ¿¡Que la URSS tenía planes de invadir España!? ¿¡Que hubo fraude electoral en las elecciones de 1936!? ¿¡Que los dos bandos hicieron las mismas barbaridades durante la guerra civil!? ¿¡Que España estaba dividida en dos y fue una guerra entre hermanos!? ¡ME CAGO EN…!
A la mierda, lo digo… La derecha te miente sobre la II República, sobre el golpe militar para derribarla, y sobre la guerra civil española.
Y esta es la primera parte de una serie de artículos que desmontará cada mentira una a una.
Consideramos apropiado, con lo que está sucediendo en América latina sobretodo, repasar los muchos y variopintos embustes utilizados para justificar (aún a día de hoy) el golpe de estado que desembocó en la guerra civil española, ya sea porque algunas de estas patrañas son EXACTAMENTE LAS MISMAS QUE LAS QUE SE ESTÁN USANDO EN BRASIL, VENEZUELA, CHILE, BOLIVIA, Y TANTOS OTROS, o bien para estar atentos a la nueva plaga de virulencia mediática que traerán ciertas ratas para infectar su menosprecio a democracias que se opongan a sus intereses.
Y es que en España nos han colado tantos enredos como ha sido posible para justificar un golpe de estado, una guerra civil, y 40 años de dictadura, porque obviamente no hay justificación posible a tales atrocidades, menos aún cuando los partícipes y beneficiarios de dichas atrocidades se acuestan franquistas una noche y amanecen demócratas según se muere la ex-escoria del El Escorial, el minga-brava del Mingorubio. Y en el fondo, la mayoría sabemos que nos están mintiendo, pero son tantas carretillas de mierda que uno no sabe bien ni por dónde empezar a limpiar. ¡No preocuparse! Que aquí vamos a repasar esa mierda, descubrir que realmente solo son zurraspillas, y vamos a aplicar la escobilla de la verdad para rascar bien y dejar bien limpio el relato.
Así que para estrenar esta serie, vamos con la más básica, obtusa, e insultántemente lerda de todas las mentiras:
¡¡¡LA SEGUNDA REPÚBLICA FUE UN DESASTRE!!! Democrática, social, y económicamente.
Pongámonos primero en contexto: La segunda república española fue una democracia tras una dictadura, en la era de Mussolini, Hitler, y Salazar. Mucho ojo a esto, el estado Español, siendo en su mayoría rural, y rodeada de las grandes dictaduras en ciernes de su era, va y monta un sistema de parlamento representativo con sufragio universal donde el voto de ricos, pobres, hombres y mujeres vale lo mismo, con garantía de libertad de pensamiento, y militancia política y sindical. Tal fue la libertad ideológica y de asociación, que en las elecciones generales del 28 de junio de 1931 obtuvieron representación parlamentaria hasta 26 partidos diferentes ¡26!. Esto hizo más difícil la gobernabilidad, pero el debate y la disensión hicieron posible (o más bien inevitable) la consecución de derechos fundamentales como la libertad de asociación, de opinión, de manifestación, y de prensa. Y obviamente un parlamento representativo sigue sin ser la panacea de la democracia, pero es indiscutiblemente mejor que las dictaduras que la precedieron y antecedieron… y sin monarca, ojo, no como hoy día, pleno siglo 21, que sí somos lacayos y plebeyos por defecto…
Pero vamos más allá: el mundo occidental en los años 30 está en plena Gran Depresión, la mayor crisis que jamás había visto el capitalismo hasta la fecha, y los problemas económicos en lugar de enterrar a España más en el totalitarismo, contribuyen a la caída de Primo de Rivera y con ello arrastra a la monarquía y se establece pacíficamente una república democrática (o sea, en términos académicos: la Transición le puede comer el culo por detrás al Bienio Reformista).
Se aplicó una reforma agraria para combatir el paro en la agricultura (más del 40% de la población activa en España trabajaba en el campo) con la que se logró mejorar sustancialmente las condiciones laborales de los agricultores gracias a inspecciones públicas que ponían coto a los abusos de los latifundistas, se favoreció la contratación de peones locales, y se intentó comprar tierras desaprovechadas, pero el estado carecía de suficiente guita… tendrían que haber sacado la guillotina y punto.
Se aprobó la ley del divorcio, el matrimonio civil, se regularizó el aborto, se implementa la sanidad pública y universal (sí, no la trajo Franco, ¿estamos tontos?), se aumentó la inversión pública un 25% para combatir el desempleo e invertir en infraestructuras y educación, se establece la jornada semanal de 40 horas, aumentan los salarios entre un 20 y un 25%, se impulsan seguros sociales, se creó la primera baja por maternidad de la historia del país (el Seguro Obligatorio de Maternidad, que concedía un subsidio y 12 semanas de baja), y se aplica una reforma educativa sin precedentes: educación laica, liberal, mixta, obligatoria y gratuita.
Se construyen 10,000 escuelas, se acondicionan ayuntamientos allí donde aún no se han construido nuevas escuelas, se contratan 7000 nuevos maestros (con sueldos de 4000 pesetas, muy alto para la época), se pusieron en marcha las Misiones Pedagógicas para llevar la cultura a zonas rurales, creando bibliotecas, cines, coros, y teatros; se consiguieron cifras record de escolarización: del 56% en 1930 al 69% en 1935. Y al incorporarse por fin las mujeres al sistema educativo tuvieron por primera vez su plena emancipación económica, al poder acceder al mercado laboral.
Casi todas estas reformas serían, tras la guerra civil, eliminadas o cercenadas por la dictadura franquista (sobre todo las concernientes a la lucha de la mujer y la libertad ideológica). Y por supuesto, no fue el país de la piruleta, ningún país lo ha sido, lo es, ni lo será jamás, pero ni por asomo fue el yermo post-apocalíptico que pretende vender el relato franquista que aún sobrevive a través de algunas criaturas del pantano. Justificar el putrefacto golpe militar y la sanguinaria dictadura solo porque la Segunda República no fue un paraíso utópico es incomprensíblemente miserable, sobretodo cuando esta etapa de la historia de España se asemeja más a la España actual que a la España franquista o a cualquier España anterior.
Pero, ¿y si os dijera que daba igual? Que no importaba cómo fuera la segunda república… Que ciertos sectores de la derecha española como la iglesia, la aristocracia, los monárquicos, los latifundistas, y las élites económicas, siendo una gran familia del mal, ya se olían desde que cayó Primo de Rivera y huyó Alfonso XIII que iban a perder casi todos sus privilegios y poder, ¿y ya estaban tramando conjuras y tratos nefarios con otros fascismos europeos desde el mismo día que se proclama la II república, para acabar con ella e instaurar en su lugar un régimen conservador, monárquico, capitalista, y como dios manda para purgar la conciencia social adquirida en las décadas anteriores y dar paso a otra monarquía? Un poco como lo que tenemos ahora 🤔
Una auténtica conspiración a voces… Queréis saber más, ¿eh, rojazos? Pues SUSCRIBÍOS a mi canal de YouTube, carajo! O seguid atentos a JOTAPOV, porque de eso hablaremos en la próxima entrega de esta serie.
Y como en otras ocasiones, esta es una versión articulizada de mi vídeo, os invito a verlo, a compartir tanto el vídeo como el artículo, a suscribíos a mi canal de YouTube y seguirme en Twitter.
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