El pasado 11 de agosto el presidente de Rusia, Vladímir Putin anunció el registro de la primera vacuna para la COVID-19 del mundo.
El presidente ruso a su vez comunicó que su hija había sido inoculada por la vacuna realizada a base de vectores adenovirales.
Los científicos de todo el mundo fueron escépticos con la información y hoy, la prestigiosa revista médica ‘The Lancet’ ha publicado los resultados de la Sputnik V, la vacuna rusa, que se probó en dos ensayos clínicos con 38 participantes cada uno.
En los datos publicados por la revista se hace constar que la inmunización es segura y que no se han reportado efectos secundarios en ninguno de los pacientes.
También se ha demostrado que la Spuntik V creó anticuerpos a los 21 días, así como que despertaba a los 28 días a las células T, encargadas de la inmunidad celular.
La segunda formulación, la congelada, es esencial para llegar hasta países lejanos y con escasa infraestructura, porque requiere una nevera para almacenarla.