Ignacio Gil Lázaro es un histórico del PP, que en mayo de 2018 se fue alegando que la declaración de su compañero de filas Rafael Catalá, exministro de justicia, contra el juez que pedía la absolución para los integrantes de la Manada fue la gota que colmó el vaso.

El ultraderechista ha arremetido con dureza contra el gobierno después de que EH Bildu anunciara que apoyaría los PGE, calificando el apoyo de «vomitivo».

En su pregunta a Pablo Iglesias el pasado miércoles, Gil Lázaro recriminó al gobierno que se pactara con ERC «cuyos líderes están en la cárcel» y con Bildu «que sigue sin condenar el terrorismo de ETA y tiene como objetivo cargarse el régimen del 78».

«Millones de españoles no vamos a consentir que se carguen nuestra democracia con alianzas vomitivas y miserables que son un insulto a las víctimas y a la dignidad nacional. No permitiremos que sustituyan la democracia por una república comunistoide, plurinacional, confederal y bananera».

Pero antes tenía otra visión sobre los pactos con los vascos,  tal y como publica InfoLibre, Gil Lázaro fue el 28 de noviembre de 1998 uno de los impulsores de un acuerdo parlamentario en el que se instaba al Gobierno de José María Aznar a aplicar una política penitenciaria «flexible» de la forma «que mejor propicie el fin de la violencia».

El texto de la moción que se firmó el 28 de noviembre de 1998.

Más tarde, el 15 de junio de 1999, otra moción similar fue aprobada, también con Lázaro presente como firmante:   «El traslado a la Península de los presos que estaban fuera de la misma», «la reciente decisión de acercamiento a centros penitenciarios del País Vasco o de su entorno de un número muy importante de presos etarras» y «la clara expresión de voluntad de reiniciar los contactos que la banda unilateralmente decidió suspender este verano».