El Vaticano se ha convertido en protagonista en las últimas 24 horas después de que un bulo sobre un apagón en la santa sede de Roma haya dado pie a numerosas teorías que sugerían que el papa Francisco había sido detenido.
En medio de este bulo ha fallecido el médico personal del papa Fabrizzio Socorsi a los 78 años de edad, que estaba ingresado en el hospital por una patología oncológica.
Todos estos sucesos se convirtieron en noticia, pero ninguna tan relevante como la modificación del artículo 230 párrafo 1 del Código de Derecho Canónico que ha autorizado el papa y que concede autoridad para que las mujeres puedan ejercer el ministerio estable de lector y acólito.
El acto había sido realizado en exclusividad por varones a lo largo de la historia, pero tal y como ha publicado la Oficina de prensa de la Santa Sede a partir de ahora podrá realizarse por mujeres
«Los ministerios laicos, basados en el sacramento del Bautismo, pueden confiarse a todos los fieles que sean idóneos, masculinos o femeninos».
Los laicos que tengan la edad y condiciones determinadas por decreto de la Conferencia Episcopal, pueden ser llamados para el ministerio estable de lector y acólito, mediante el rito litúrgico prescrito; sin embargo, la colación de esos ministerios no les da derecho a ser sustentados o remunerados por la Iglesia».