El diario Público ha adelantado que el rey emérito Juan Carlos I amasó parte de su fortuna vendiendo armas junto a Manuel Prado y Colón de Carvajal en países árabes.
Público data en 1977 la fecha en la que el rey empezó con la venta de armas con el senador Colón de Carvajal, que fue puesto en el cardo por designación real y que era «administrador solidario al 50% de todos sus negocios, empezando por la venta de armas«.
A través de la empresa constituida, Alkantara Iberian Exports, contituida en 1978 y financiada con fondos públicos en la mitad española: el Instituto Nacional de Industria (INI) pondrá un 25% y Focoex el otro 25%, y cuya presidencia ostentó Manuel Prado, el rey empezó a tener ingresos de las operaciones con armas.
Las ventas de armamento y material militar realizadas en esa época son consideradas «materias clasificadas» por tratarse de «asuntos, actos, documentos, informaciones, datos y objetos cuyo conocimiento por personas no autorizadas pueda dañar o poner en riesgo la seguridad y defensa del Estado».
En 1982, Manuel Prado y Khashoggi registran la compañía en el paraíso fiscal de Chipre como «Compañía Limitada con registro HE18048», quedando así evidenciada la intención de ambos de «hacer negocios opacos de tráfico de armas a través de Alkantara», ya que podían operar fuera del control tanto del gobierno saudí como del español».