El rey Juan Carlos I ha presentado una petición para regularizar su situación fiscal ante la remesa de problemas fiscales que le acechan desde que medios internacionales destaparan algunos de sus escándalos financieros.
Según informa El País, su abogado Javier Sánchez-Junco ha presentado una declaración paralela ante la Agencia Tributaria, que está siendo analizada por los técnicos del organismo.
En los próximos se conocerá la decisión de ser aceptada dicha la regularización o si se le solicitará aclaraciones sobre cuál es el importe a pagar.
La declaración presentada por el rey emérito no tiene relación con sus presuntos bienes millonarios escondidos en el extranjero, sino con el uso de tarjetas bancarias con fondos opacos por parte de él y algunos miembros de su familia.
El uso de estas tarjetas se produjo entre 2016 y 2018, tras su abdicación, por lo que podría ser ilegal, puesto que ya no gozaba de inmunidad. El importe defraudado alcanzó los 120.000 euros en algunas transacciones, límite a partir del cual se considera delito fiscal, penado con hasta cinco años de cárcel.