En el partido de extrema derecha Vox siguen sin asimilar la notificación que recibieron de Twitter con bloqueo adjunto por incitar al odio.
La formación lleva días lloriqueando y haciendo absurdas comparaciones con otros mensajes para intentar hacer creer a los usuarios que todo el mundo incita al odio, solo que a ellos les han «censurado».
Lejos de retractarse, la formación de extrema derecha dijo que no iba a eliminar el mensaje que vertió contra Adriana Lastra: “Lo que no soportamos es que os metáis en nuestra casa y nos digáis cómo tenemos que vivir y cómo tenemos que educar a nuestros hijos. Y menos aún que con dinero público promováis la ped*rastia”
Su vicesecretario de Comunicación (y trol de forocoches) Manuel Mariscal, ha emprendido su propia cruzada recopilando tuits de gente de izquierdas, la primera víctima ha sido Cristina Fallarás a la que ha calificado de borracha.