En el año 2011, en plena crisis económica provocada por estallido de la burbuja inmobiliaria que se solapó con la crisis del sistema financiero español, el rey Juan Carlos I pidió honradez a los españoles en su mensaje de Navidad.
En nochebuena de 2011 el rey emérito hizo un llamamiento a los españoles para que remásemos en la misma dirección para “volcar nuestros mejores esfuerzos y energías en apoyo de los desempleados y sus familias” ante el “sufrimiento” que estaba provocando la crisis.
Un mes antes a su yerno se le abrió una investigación por estar implicado en el caso Nóos, que llevó a su imputación 5 días después del mensaje navideño del monarca.
«Reconocer con humildad cuáles han sido los comportamientos en los que, como individuos y como grupo, hayamos podido equivocarnos”.
En junio de 2012, Seis meses después de sus palabras, el emérito traspasó 65 millones de los 100 recibidos presuntamente procedentes de Araba Saudí a Corinna Larsen. Este dinero según el testimonio de Corinna en los tribunales suizos se hizo “por gratitud y por amor. Era consciente de que había hecho mucho por él y que había estado muy presente cuando le anunciaron su enfermedad”.