Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, ha conseguido que su país de luz verde a la subida del SMI y a una subida de impuestos para las clases altas.
La primera ministra anunció el paquete de medidas destinado a reparar la economía tras los daños provocados por la pandemia, que sigue lastrando la economía del país y a nivel mundial.
La subida será de unos céntimos, concretamente de 18,90 dólares a 20 y afectará a 175.000 personas del país.
El aumento fiscal a las rentas más altas será del 2%, y afectará a los ciudadanos que ganen más de 180.000 dólares al año.
Con esta medida fiscal se prevé recaudar 550 millones para las arcas públicas. “Hay muchas más cosas que hacer; construir más casas, mejorar nuestro sistema público de salud, e invertir en educación, formación y oportunidades de trabajo”, afirmaron desde el gobierno de nueva Zelanda.