Ayer se reunieron los senadores de Brasil en una comisión especial para investigar los posibles delitos cometidos por el Gobierno de Jair Bolsonaro en la gestión de la pandemia.
El informe relatado por Renan Calheiros concluye que Jair Bolsonaro será acusado de 11 delitos, incluido el de homicidio por omisión.
En el informe consta que el gobierno de Bolsonaro con su actuación hizo que el virus se propagara más rápido y que «tenía el deber legal de actuar, consintió la muerte de brasileñas y brasileños».
En Brasil las víctimas por COVID-19 superan las 600.000 personas, algo que para los senadores se podría haber evitado si no hubiera sido por la condición negacionista del presidente Bolsonaro.
El informe recuerda que hubo un «deliberado atraso» en la compra de vacunas, lo que provocó también que el número de víctimas se incrementaran.
Será la Fiscalía, que tendrá en su mano imputar o no al actual presidente de Brasil, junto con otras 70 personas y a dos empresas.
Los cargos:
Delito por epidemia con resultado de muerte, infracción a medidas sanitarias preventivas, uso irregular de fondos públicos, incitación al delito, falsificación de documentos, charlatanismo, prevaricación, genocidio de indígenas, crimen de responsabilidad, crimen contra la humanidad y homicidio por omisión.