En el año 2020 se produjo un desahucio en Eixample de Barcelona que acabó con la imputación por agresión de una de las 30 personas que trataron de evitar formado una cadena humana mientras estaban sentados, que los Mossos entraran en el edificio.
El joven fue imputado por agresión a un Mosso presuntamente por propinar una patada a un agente que se encontraba en el dispositivo.
La Fiscalía dio por bueno el testimonio del agente y acusaba al joven de dos delitos: lesiones leves y resistencia.
El juez ha desmontado la versión del Policía con la grabación de una de las cámaras que graban en primera persona que llevaba otro de los agentes presentes.
El juez expresa en la sentencia que «no se aprecia agresión». «En la videograbación, a pesar de su gran calidad y de alta definición, no se aprecia que el acusado lanzara patada alguna o cualquier otro movimiento con sus piernas mientras fue extraído».