El resultado de las elecciones en Castilla y León obliga al Partido Popular a pactar con VOX después de que el PSOE anuncie que no se va a abstener para darle el gobierno.
Desde VOX han manifestado que no van a regalar sus votos para que gobierne Mañueco en solitario.
«Tenemos el derecho y el deber de integrar el próximo gobierno de Castilla y León», expresó el candidato ultraderechista.
Juan Gallardo, que se la ha puesto cara de presidente según Abascal, ha hablado de «derogar toda la legislación de izquierda» como la ley de violencia de género autonómica, a pesar de que ha sido el PP el encargado de aplicarla puesto que ha sido el partido de gobierno desde hace más de 33 años.
Junto a este anuncio ha sido incluido también un guiño hacia los franquista planteando la posible derogación del decreto autonómico de memoria histórica.