Desde el inicio de la desescalada, en la Comunidad de Madrid se han identificado 22 rebrotes por coronavirus. Según el informe diario de situación epidemiológica, el total de positivos alcanza ya la cifra de 79.832 y el número de fallecidos se eleva a 15.202.
Tal y como señala un informe de la Oficina Nacional de Estadística de Reino Unido, Madrid es la ciudad europea que registró el mayor exceso de mortalidad durante la pandemia de coronavirus y en la semana del 27 de marzo se registró el mayor pico donde fallecieron cuatro veces más personas de lo normal.
En esa semana fallecieron por todas las causas 5.179 personas mientras que la media de muertes en los cinco años anteriores fue de 933.
Madrid pasó a la fase 2 el día 8 de junio e Isabel Díaz Ayuso se comprometía entonces a contratar a casi un millar de sanitarios en los centros de salud y más de un centenar de profesionales en salud pública para reforzar los servicios de salud, pero no fue así. Hasta finales de junio la plantilla de atención primaria solo crecieron en un centenar de profesionales y las de salud pública en 182.
Tras varios intentos por cambiar de nuevo de fase, Madrid pasó al desconfinamiento total sin pasar por la fase 3. Durante las primeras semanas en la nueva normalidad, hubo un goteo constante de casos diarios pero ningún brote, esto indicaba que los rastreadores no estaban encontrando vínculos entre los infectados.
Pero según los expertos el personal era insuficiente y si la media española es de un rastreador por cada 12.000 habitantes, Madrid solo tenía uno por cada 47.000.
El 23 de julio,en plena nueva normalidad, la Consejería de Sanidad informó que Madrid tenía solo 142 rastreadores y 40 profesionales siguiendo la evolución de los contactos, el mismo personal que tenía en la fase 1.
Con la recuperación de la movilidad y el mayor contacto entre personas es necesario que tanto la atención primaria como los servicios de salud pública cuenten con los recursos necesarios para controlar la propagación.
Fernando García, epidemiólogo y portavoz de la Asociación Madrileña de Salud Pública considera que el número de rastreadores es insuficiente y que “el hecho de que Madrid cambie de repente su política y movilice a mucha gente dedicada a otra cuestión como la vigilancia epidemiológica, imprescindible también, es una clara muestra de que tiene un agujero, de que no tiene infraestructura”, “Le están viendo las orejas al lobo, viendo que se van a convertir en el hazmerreír de la política”.
En la última semana el número de personas hospitalizadas por Covid-19 ha sido más alto en la Comunidad de Madrid, en Andalucía y en la Comunidad Valenciana que en Catalunya, a pesar de que el número de nuevos casos diagnosticados sigue siendo más alto en Catalunya.Aragón sigue estando en cabeza donde aún no han podido ser controlados los contagios.
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