Se acaba de conocer que el magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha declinado la imputación de Pablo Iglesias en el Caso Dina por considerarlo «precipitado».
Iglesias, que perdió su aforamiento ante el Supremo tras dejar sus cargos, sigue alejado del banquillo de acusado de la pieza separada que se investiga por el Caso Tándem, cuyo principal acusado es el excomisario Villarejo.
EL juez sigue a la espera del informe pericial de la policía, que está examinando la tarjeta de la exasesora de Iglesias, Dina Bousselham.
El juez no tiene ninguna prueba nueva sobre el asunto, y rechaza imputarle, siguiendo el criterio de la fiscalía, por los siguientes delitos:
Delito de daños informáticos: La policía científica desvinculó a Iglesias del lijado que se produjo en la tarjeta de memoria del móvil de Dina Bousselham, que impide acceder al contenido del dispositivo.
Delito de descubrimiento y revelación de secretos con agravante de género: el juez le atribuye este delito por quedarse durante meses la tarjeta de su exasesora, pero la fiscalía sostiene que no se puede perseguir este delito desde el momento que la presunta víctima no se siente perjudicada, y no ha denunciado.
Delito de denuncia falsa: Anticorrupción recuerda que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenó a García-Castellón devolver a Iglesias su condición de perjudicado en la causa por que la tesis de que fue Villarejo quien lo filtró sigue siendo la primera opción en la investigación.