El programa de Cuatro ‘Todo es Mentira’ abordó el asunto de las amenazas y acoso a Pablo Iglesias e Irene Montero después de que un votante de Vox grabara un mensaje amenazante contra el vicepresidente.
Javier Ruiz muy indignado manifestó que era lo de siempre, intolerable, «esto no es un escrache, esto son amenazas e intimidación. Esto es organizado, no es un señor solo, hay detrás formaciones que lo calientan, hay grupos políticos que lo alientan y tiene que parar».
Ruiz aseguró que esto ya empezó con los periodistas hace tiempo, y que no se podía calentar desde el congreso la calle, porque una vez que las calles ardan ya no hay manera de controlarlo.
La presentadora Marta Flich preguntó a su colaborador, Javier Chicote del ABC como se podía para esto y el periodista respondió aludiendo que ya existían dos grupos en galapagar, simpatizantes y contrarios a Pablo Iglesias.
«Tenemos que pararlo porque no hay que echar más gasolina a la convivencia«. «Hablaba la ministra Irene Montero de cultura del odio, y ella también ha abonado esa cultura, y no justifico ningún acoso frente a nadie», apunta Chicote.
El periodista recuerda que Iglesias organizó un escrache contra Rosa Díez en la universidad complutense y añade que se solidariza con la ministra y el vicepresidente, «déjenlos en paz, déjenlos vivir».
«Este victimismo que ponen ahora no me cuadra porque ellos son los que han contribuido a calentar la situación y quizá ese lo tendrían que hacérselo mirar», sentencia Chicote.
Ante este argumentario Javier Ruiz se revolvió: «mira, con todo el respeto, cuando uno sufría una agresión en Euskadi nadie decía «y es que nada». «Una condena es una condena sin peros, es intolerable lo que están pasando Iglesias y Montero».
El periodista continúa señalando que las formaciones políticas que están alentando este acoso «pueden pedir que para hoy». «Es tan sencillo terminar con esto como que Vox pida ahora mismo que sus simpatizantes que paren«.
«No hay nada que justifique once semanas de acoso en la casa de un político porque piensas lo contrario de lo que piensa él», concluye Javier Ruiz.